domingo, 31 de octubre de 2010

Cosas pendientes

Me ha dolido no poder publicar estos últimos dos días como una puñalada en el estómago. De verdad. Y mira que son fechas y plazos que me pongo yo. Pero desde aquellos agostos en los que me hice el propósito, hasta ahora, no había fallado en ninguna cita.




El cansancio ya hace mella en mí. Lo noto, sobre todo, cuando estoy dos horas seguidas en mi casa y me doy cuenta que si no estoy comiendo o duchándome, me quedo dormido. El trabajo me ha obligado a posponer algunas cosas que no quiero abandonar… pero que me cuesta mucho compaginar. Aunque de momento puedo decir que no he tenido problemas con compaginar las actuaciones.




El pasado jueves, de hecho, estuve en el Molière Playa, en Torremolinos. Hubo muy poquita gente, eso sí, pero muy buen público. Cuando son veinte personas que se lo pasan genial, casi lo prefiero en lugar de que sean doscientas personas que no reaccionan ante nada de lo que les digas. Así que un ole por ellos.


Mi futura moto.


Y lo que os decía, tengo muchas cosas pendientes. Porque, por ejemplo, me estaba sacando el carné para conducir motos hasta 250 cc. y, al empezar a currar, me he quedado sólo en la teórica. Ahora tendré que buscar huecos entre los turnos para hacer prácticas porque tengo todavía por delante los exámenes en la pista y en la calle.


Así que de momento nada más. Nos leemos por estos lugares cibernéticos criaturitas.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Las cosas que no haré

Anoche vi Millenium. La primera parte del primer episodio. Y esta noche pienso ver “el desenlace” de ese primer episodio.

Ayer tuve un día raro. Estos días me pasa mucho. Me vienen ideas a la cabeza que quiero escribir, me llevo el ordenador a casa y luego… no escribo. Anoche por culpa de Millenium. Hoy seguramente me lo llevaré también. Y seguramente le echaré la culpa de volver a no escribir a Millenium también.


Fotograma de la serie "Millenium".


Lo de escribir es raro decía. Es como si mientras menos tiempo libre tuviera, más ideas me vinieran a la cabeza. Ya me pasaba cuando estudiaba. Y ahora que trabajo, lo mismo. Pero no me vienen ideas sobre las cosas que ya he decidido empezar a escribir. Me vienen ideas sobre proyectos totalmente distintos. Lo cual, provoca un caos en mi cabeza de tres pares de cojones.


El resultado: que ni escribo lo que tenía pensado, ni escribo lo último que se me ocurre. Y después, estoy todo el camino de ida y vuelta al trabajo pensando “tienes que escribir, cazurro, que eres un cazurro”. Pero no escribo.


Las ideas nuevas que se me han ocurrido, os las cuento porque total, seguramente termine no desarrollándolas. Se me ha ocurrido escribir una peli sobre el poeta Federico García Lorca y, a parte, una historia rollo búsquedadeunomismo al estilo Come reza ama. Y si a eso le sumamos las dos sinopsis que sigo sin desarrollar tenemos… una mierda pinchada en un palo.


Don Federico García Lorca.


Lo de la peli de Lorca, más de uno estará pensando: “oh, qué original es este Juanje… ¡una peli de Lorca! Porque como no se ha hecho ninguna…”. Y al que esté pensando eso yo le digo dos cosas. Una: “Amigo mío, enhorabuena, estás pensando”. Y la otra es que la verdad es que puede sonar manido hacer una peli de Lorca a estas alturas de la vida… pero mientras se sigan haciendo pelis semanasanteras sobre la vida de Jesucristo… ¿qué me estás contando?


La gente de la iglesia ahora excomulgará a este blog y a un servidor por comparar a un poeta como García Lorca con el hijo de Dios. Pero bueno, si me excomulgan, pues esa publi que me llevo, a lo Scorsese. Aunque le ocultaré a mi madre que la iglesia me ha “despuntado” de los suyos. Eso por supuesto.


Y el tema de búsquedadeunomismo… pues no lo tengo claro, la verdad. Podría escribirlo. Pero podría también no hacerlo. Me conozco y seguramente comience a escribir algo que luego, tal y como lo voy desarrollando, me vaya aburriendo de tal manera que termine abandonándolo. Y bien sabe Dios y yo que no soy un tío de abandonar cosas. Pero últimamente, como me encuentro más perdido en la vida que un pedo en un jacuzzi, la verdad es que doy pasos hacia muchos lados pero luego termino sin ir a ningún sitio. Muchas veces me pregunto a mí mismo que hasta cuándo va a durar esto. Y algunas veces me respondo que lo mismo dura una temporada, o lo mismo dura la vida entera. Es entonces, y sólo entonces, cuándo alguien se me acerca en el tren y me dice: “Perdone… ¿está usted hablando sólo?” Y paso vergüenza y me callo.


Total, que así están las cosas y así os las he contado. Acordaros que las mierdas que pasan por mi cabeza tienen una retroalimentación comunicativa a través de vuestros comentarios. Qué técnico me ha salido ¿no?

domingo, 17 de octubre de 2010

El príncipe de los internautas

Se me hace muy raro esto. Creo que ya lo he dicho otras veces. Hay veces que me encuentro con gente que me preguntan cosas sobre mi vida que yo creo que, en principio, no tienen por qué saber. Pero resulta que lo saben todo porque lo publico por aquí. Creo que estoy siendo, a la vez, Telecinco y Belén Esteban de mí mismo con este blog. Así que aquí me tenéis a mí, Juanje Vargas, el príncipe de los internautas. Lo que pasa es que cobro un poquillo menos que ella, eso sí.



"Yo por mi blog... ¡MA-TO!"

Bueno venga, me voy a flipar algo menos. Esta semana he estado trabajando, como ya sabéis, y actuando también. La verdad es que he terminado muy agotado, pero bendito agotamiento.


Sigo preparando las obras de teatro. Creo que ya os dije por aquí que en diciembre voy a estrenar TRES obras. Toma ya. Con dos cojones. Las tres parece que empiezan a coger ritmillo. Este fin de semana no he podido hacer el ensayo que dirijo pero ya una de mis niñas me ha dado el “reporte” por teléfono sobre cómo les ha ido. Y esta tarde hemos estado preparando la obra que se estrenará en tercer lugar, en Pizarra. La verdad es que estoy muy ilusionado con las tres. A ver cómo salen.



¿Y os acordáis de que os dije que seguiría escribiendo mierdas cortas mientras trabajaba? Pues bien, de momento, no lo he hecho. Pero pienso hacerlo. Lo digo para que me tiréis de las orejas. No recuerdo quién, pero algún cómico me dijo que tenía en su casa carteles grandes en los que ponía “¡Escribe!” y cosas así. También Fernando Tejero tiene una anécdota similar. He oído en entrevistas que, por lo visto, cuando trabajaba como pescadero, se puso carteles sobre su cama en los que ponía “Eres actor”. Así, aunque estuviese trabajando como pescadero, antes de acostarse y nada más levantarse, tenía claro quién era y qué era lo que él tenía que hacer en la vida. Pero como ya he dicho en otros posts, un GUIONISTA es aquel que ESCRIBE, así que tengo que ponerme las pilas y dejar de hacer el vago por el cansancio que me produzca el trabajo remunerado. Los que me conocéis sabéis que a mí me gustan mucho todas estas mierdas psicológicas, así que creo que esta semana voy a comprar cartulinas.



Con esto y un bizcocho, hasta el miércoles amigos. En el que os hablaré de Dios sabe qué. Puede que incluso toque el tema de OCASIÓN, amigo Sky line.

miércoles, 13 de octubre de 2010

El entrenamiento

Una de dos: o cuando no mando los correos no se pasa por aquí ni el Tato, o no teníais ningún comentario que hacer a mi actualización del lunes. Ambas respuestas son posibles. Y respetables.

Así que para el que se haya perdido, estoy trabajando de comercial. De hecho estoy escribiendo esto ahora mismo “disfrazado” de comercial. Y digo “disfrazado” porque no me siento identificado con pantalón fino con raya y camisa. Me siento mucho más identificado con mis camisetas de dibujitos y colorines, vaqueros cagadillos y zapatillas de punteras blancas, que es como actúo cuando hago monólogos y como visto cuando estoy en un día de diario normal.


En fin. Que estoy trabajando de comercial y me han dicho ya varias veces que “valgo” para esto. De hecho, hoy le he intentado vender la tarjeta a un hombre que vendía tarjetas de otro tipo (tarjetas de descuento en ocio) y me ha dicho que no estaba interesado pero que me veía buen comercial. Y me ha dado su teléfono. Me ha dicho que si me falta el trabajo donde estoy ahora, que le llame.


Parecerá una tontería, pero yo estoy viendo esto como un entrenamiento a la hora de enfrentarme ante un productor. Porque los guionistas, también tenemos que ser comerciales de nuestras propias ideas, a la hora de vender una historia para que se produzca. Lo que se llama el pitching. Y yo, en eso ahora, estoy haciendo un Master cobrando. Cobrando poco, pero cobrando. A lo mejor es una manera un poco hipócrita de ver “mi nueva profesión”. Pero bueno, es que prefiero pensar que esto es sólo una época de tránsito hacia otra etapa. No sé si mejor o peor, pero hacia otra.


El caso es que también me sirve este trabajo como estimulante para escribir. Y me explico. Ahora mismo, para ganarme las habichuelas, tengo que aguantar unas condiciones bastante precarias, tengo que aguantar jefes que me exigen objetivos, tengo que aguantar clientes que me contestan mal y me ponen malas caras. Y todo eso, me hace pensar que cuando llego a casa, tengo que escribir para salir de esto. Quizá para aguantar también condiciones precarias, jefes que me exijan plazos de escrituras y reescrituras, opiniones de todo tipo (constructivas y destructivas) hacia mis historias. Pero creo que ya he dicho que todo esto es como un entrenamiento, ¿no? Pues eso.


Estoy haciendo malabares con mi agenda. El otro día lo publiqué en Twiter. Porque ahora compagino el curro con ensayos de teatro de tres obras distintas, actuaciones, prácticas de moto y entrenamientos de rugby. Con deciros que estuve varios días con un dolor de muelas insoportable y fui la semana pasada al dentista, me miró y me dijo que sacara cita para esta semana. Pues bien, el dolor de muelas se ha esfumado. Yo creo que porque ha sospechado que ya no cabe dentro de mis planes. Va a ser más psicología que odontología. Pero de momento, no voy al dentista. No tengo tiempo.


Y en cuanto a las actuaciones, mañana por la noche estoy en La Farándula, en Algeciras. Y pasado estoy en un local del Rincón de la Victoria, el Swan Playa. Estoy teniendo una o dos actuaciones por semana. Y estoy orgulloso y feliz por eso.


En lo que se refiere a guión, sigo escribiendo "mierdas cortas". Pero también me estoy peleando dentro de mi cabeza con dos sinopsis. Son dos sinopsis que no termino de escupir. Para cada una de las historias tengo varias ideas, imágenes, situaciones… muchas cosas que tengo que conectar para que terminen siendo historias redondas de las que pueda empezar a desarrollar un guión. Pero bueno, poco a poco.


Más estresado que Will Smith en "En busca de la Felicidad".


Nos leemos el domingo porque no pienso actualizar antes. Total, no os vais a pasar por aquí hasta entonces… Es broma, tontorrones. Os llevo siempre dentro de mi cabeza. Ya lo sabéis.

domingo, 10 de octubre de 2010

El lanzamiento

Actualización, Lunes 11 de octubre, 18:24 h: Esta mañana he ido al centro comercial y he conseguido el trabajo. A las once comencé con mis otras dos horas de prueba y a la una en punto realicé una venta. Justo después, firmé el contrato. Por lo tanto, ahora mismo estoy cotizando. Esta semana también tengo actuaciones: el jueves por la noche en Algeciras (La Farándula) y el viernes por la noche en el Rincón de la Victoria (Swan Playa). Gracias a todos por vuestros consejos en los comentarios. Nos leemos en próximas entradas.


Muchos de vosotros os habéis interesado por mi trabajo, a raíz de la última entrada que publiqué aquí. Algunos me habéis preguntado en comentarios, otros por correo electrónico e incluso algunos en persona. Así que os explico un poco mejor.


Resulta que después de una entrevista inicial, me seleccionaron. Después, de todos los que pasamos la selección, recibimos un “cursillo de formación” que fueron unas tres horitas el jueves por la tarde. Yo además, después de ese cursillo me fui pitando para Utrera porque tenía que actuar y, al día siguiente, teníamos el lanzamiento como comerciales.


Os explico. El lanzamiento es algo que hace la empresa para asegurarse de que somos buenos en el trabajo que nos estaban ofreciendo que, como dije en los comentarios de la entrada anterior, se trata de vender tarjetas de crédito en un centro comercial. Tenemos dos horas para hacer una venta. Quien lo consigue, está contratado. Quién no, pues gracias por interesarte en trabajar con nosotros.


Pues bien amigos, yo no lo conseguí. Por problemas con el tráfico, llegué media hora tarde a mi lanzamiento, con lo cual sólo pude hacer una hora y media. Y en ese tiempo, no conseguí hacer ninguna venta. No por falta de tiempo, porque en esa media hora de retraso, un compañero ya la había hecho y se había marchado. Ni por falta de empeño, pues pude parar a setenta personas por minuto y explicarles en qué consistía la promoción. Pero no hubo suerte.


El caso es que deberían haberme largado. Pero la jefa me dijo que había visto en mí empeño y ganas de conseguir el trabajo, sólo la mala suerte me impidió superar la prueba. Así que decidió darme otra oportunidad. Me dijo que, si yo quería, podía tener otras dos horas de lanzamiento el lunes por la mañana para volver a intentarlo. Si lo lograba, en ese mismo momento me daban de alta y comenzaba a trabajar el mismo lunes o al día siguiente. También me dijo que si yo no quería volver a intentarlo, era mi decisión. Así que dentro de lo malo, no tuve lo peor.


Y, sinceramente, a estas horas del domingo por la noche, no sé qué hacer. Lo más seguro es que mañana vaya y lo intente de nuevo. Pero conseguir este trabajo me coarta de muchas formas. Me quita horas para escribir gags que me lleven a renovar mi repertorio de monólogos por los bares, cuando en octubre y noviembre, las actuaciones me van a dejar un sueldecito digno. También me quita horas para escribir ficción, y para preparar otras cosas en las que estoy involucrado: dirección de una obra de teatro, construcción de personajes en otras dos obras, prácticas del permiso A2 para motocicletas…


Yo, meditando sobre qué hacer con mi vida laboral.


Sé a lo que suena esto. Muchos de vosotros ahora estaréis pensando que quizá, si estoy en esta tesitura, es porque no me haga mucha falta el trabajo. Parece que no muestro interés por él. Pero yo lo veo todo muy complicado. Es como si tuviera mil objetivos distintos y no me diera tiempo a centrarme en ninguno de ellos. Y lo peor de todo es que no puedo hacer algo tan español como echarle la culpa a otro. La culpa de esta auténtica bipolaridad que me hace querer una cosa distinta cada cinco minutos es únicamente mía.


En fin, en eso estamos. Con este resumen de mi personal cacao mental os dejo hasta el miércoles que viene. Quizá para entonces ya se hayan aclarado muchas cosas. O quizá no. Who knows?

miércoles, 6 de octubre de 2010

El trabajo llama a tu puerta

Esta mañana he tenido dos entrevistas de trabajo. Hace mucho tiempo que no me ponía a buscar un trabajo de forma tan desesperada. Porque no suelo buscar trabajo de forma desesperada, las cosas como son. Incluso, si me apuras, no suelo ni buscar trabajo. Hasta ahora lo único que hacia era trabajar cuando surgía la oportunidad. Ya conocéis ese dicho que dice (valga la redundancia) que el trabajo nunca va a venir a llamar a tu puerta, o algo así. Bien, pues yo, hasta ahora, los trabajos que he tenido han sido siempre los que han venido a llamar a mi puerta. En plan:

TRABAJO

Hola. ¿Está Juanje?


MI MADRE

No. Está entrenando… ¿Qué quieres?


TRABAJO

Que venga a impartir un curso muy bien pagado.


O…


TRABAJO

Hola. ¿Está Juanje?


MI MADRE

No. Está ensayando… ¿Qué quieres?


TRABAJO

Pues dile que si le apetece cubrir unas vacaciones en un periódico.


Aquí un currículo sin desperdicio. Pinchad, ampliadlo y lo leéis.


He echado muy pocos currículos en mi vida. Y como soy así de impulsivo, cuando los echo, los echo a cascoporro. Pero suelo dedicar dos días al año a hacer eso, no más. Por eso los trabajos llaman a mi puerta. Y les abre mi madre porque yo casi nunca estoy.


Total, que me pateé durante un tiempo Málaga entera, justo después de volver de mi año en Getafe, buscando trabajo por los medios de comunicación. Desde las delegaciones de los medios nacionales en Málaga hasta los medios locales. Y nada.


Después me hice el Máster en profesorado. Hice un amago de presentarme a oposiciones pero como se dice en mi pueblo, a última hora “me meé en el chocho como las vacas flacas”. Vamos, que me cagué y no me presenté. Y me entró (otra vez) el orgullo de ser artista: “¡porque yo soy cómico-monologuista, y es en eso en lo que me tengo que centrar!”.


Bien, vamos a pararnos en este punto. Es cierto, ahora mismo soy cómico. Trabajo en eso exclusivamente. Y eso quiere decir que los meses “buenos” de actuaciones, soy unpocomásdemileurista. Pero eso también quiere decir que en los meses malos de actuaciones, soy unpocomenosdetrescientoseurista. No soy el yerno que ninguna suegra quisiera tener, amigos. Eso es una realidad. Por eso en esta entrada os decía que actualmente vivo de mis padres.


El caso es que hace un mes, más o menos, me volví a patear Málaga. Pero esta vez fui a todos los colegios e institutos privados, ofreciéndome como profesor. Y conseguí menos resultados aún que con los medios de comunicación.


Otro punto importante es que, cuando me fui a Madrid, perdí la fe en dos modos de encontrar trabajo: las ETT (concretamente, Manpower en la que estuve buscando trabajo de LO QUE SEA y… ¿a vosotros os han llamado? Porque a mí no), e Infojobs.



Hace dos días empecé a solicitar otra vez puestos de trabajo a través de Infojobs, pero le dije a mi chica que no confiaba absolutamente nada en las posibilidades que me daba esta web. Además de porque mi currículo puede llevarse el premio al más desactualizado de la historia (si existiera), porque nunca antes me habían llamado absolutamente para nada por ofertas de trabajo que yo había solicitado.


Eché otra vez currículos por Infojobs antes de ayer. Ayer me llamaron para una entrevista hoy. Ayer por la mañana eché más currículos. Y me llamaron para una segunda entrevista hoy. Esta mañana he tenido las dos entrevistas de trabajo. Esta tarde, me han llamado de la primera de ellas, diciéndome que soy uno de los seleccionados. Mañana por la tarde me dan un cursillo. Pasado, empiezo a trabajar.


No es el trabajo de mis sueños, no está bien pagado… pero por lo menos me dará un “mínimo” mensual. No pienso dejar de actuar. No pienso dejar de escribir. Pero, por lo menos, ahora no seré uno más en las largas colas del paro. Y, sólo por eso, hoy me siento un poquito mejor persiana.

domingo, 3 de octubre de 2010

Hablando de todo y sin hablar de nada

No tengo ni idea sobre qué voy a publicar hoy. Es más, si mi chica no me llama y me pregunta que si he publicado hoy ya o no, no me acuerdo de mi firme compromiso con éste, mi querido blog (me ha salido un poco Juan Cuesta esta frase, tiene que ser porque últimamente me quedo dormido siempre viendo en Neox Aquí no hay quién viva o, en FDF, La que se avecina).


Podría publicar hoy sobre mi experiencia el pasado viernes en Sevilla. La verdad, fue tal y como la esperaba: magnífica. El público siempre muy bien, Manu Franco brillante e Iñaki Urrutia… qué os voy a decir de Iñaki Urrutia que no sepáis. El que lo conozca, sabe que ya es uno de los grandes del humor de éste, nuestro país (¡otra vez!) y, el que no lo conozca… es porque no le interesa el mundo del humor. Oye, cada uno tiene sus cosas.


Podría publicar también haciendo una especie de calendario de actuaciones y diciéndoos las próximas fechas de actuaciones. Por ejemplo, el jueves de la semana que viene vuelvo a tierras hispalenses, esta vez a Utrera, para realizar el espectáculo de monólogos en el local La Antigua. Y el jueves de la semana siguiente me voy para otro local que lleva varios años contando con mis servicios como cómico, concretamente desde que gané el concurso de monólogos que allí organizan cada año: La Farándula. Dos auténticos caramelos de actuaciones, para pasármelo bien con el público y disfrutar de un trabajo en el que lo que hago es, básicamente eso, disfrutar.


Los Simpson en el teatro.


Podría hablaros del montaje de las obras de teatro que estoy llevando ahora mismo. Esta misma tarde hemos fijado una fecha de estreno pero… ¡una fecha de estreno MÁS, además de las dos que ya tenía antes! Sí señores, aquí donde me ven, en diciembre está programado que estrene dos obras de teatro como actor y una como director. ¿Qué cómo lo voy a hacer? Temblando estoy, amigos.


Podría escribir aquí también sobre las cosas que estoy escribiendo (guión). Pero es que eso es lo que hago en la mayoría de los post que publico así que corro el riesgo de aburriros siempre con lo mismo. Y más, teniendo en cuenta que el ritmo al que avanzo es lentísimo. Por cierto, acabo de recordar una cosa que tengo que comentar sobre uno de mis últimos cortos con mi señora, que está aquí justo a mis espaldas, totalmente ajena a estoy que estoy escribiendo, leyendo un catálogo de Ikea… ahora va a tener que escuchar durante un ratito mis neuras artísticas. La pobre.


O podría, simplemente, decir que no sé sobre qué voy a publicar y punto. Y no llenar una entrada con nada. Comentando tonterías.


Los Simpson en el cine.


Tonterías como, por ejemplo, que dentro de poco me gustaría ir al cine. Pero no sé qué puedo ir a ver. Cada “equis” tiempo me gusta ir al cine, porque es una experiencia que me encanta: el ritual de comprar las entradas, entrar, sonido magnífico, pantallaco, los tráilers, las chuches… Y ya tengo mono. Pero no sé qué puedo ir a ver. ¿Qué me recomendáis ahora mismo?