Mis películas motivadoras

Anoche me pasó una cosa muy curiosa. Cuando llegué a casa eran más o menos las dos de la madrugada. En Pizarra hace mucho calor y, lógicamente, conduzco con el aire acondicionado a toda mecha. Pero de verdad que flipé cuando llegué a mi puerta, me bajé del coche para abrir el portón de la cochera y… ¡¡se me empañaron las gafas en plena calle!! Deberíais haber visto la estampa: la enorme calle desierta en plena noche, y yo en la puerta de mi casa con los cristales de las gafas llenos de vaho y riéndome sólo como un subnormal.

Fin de la anécdota. A otra cosa.

Últimamente me encanta ponerme una peli cuando me voy a dormir. Si la peli es buena, así me esté muriendo de sueño, la veo. Si es mala como un demonio, me duermo y punto (¡Dios bendiga a quien inventó la opción de “sleep” en los aparatos de televisión!). Por ejemplo, con Shutter Island no pude dormirme, aunque los ojos estuvieron a punto de sangrarme por el esfuerzo de mantenerme despierto tan cansado… pero no podía dejar de verla. En cambio, películas como Año Uno o Mallrats fueron auténticos somníferos para mí.

Fotograma de Shutter Island.

El caso es que el jueves por la noche me vi de un tirón dos pelis que me fueron recomendadas muy fervientemente: Crank y Crank: Alto voltaje. No son las películas de mi vida pero reconozco que estuvieron muy entretenidas. Es más, os diré que Crank me gustó, pero con la secuela ya fue un sentimiento como de “¡venga ya, hombre!” que no lo pude evitar. Una cosa es que el espectador ceda y se crea la premisa de la primera. Pero para creerte la premisa de la segunda ya… os estáis columpiando Neveldine y Taylor.

Y cuando desperté el viernes por la mañana, aún tenía ganas de cine. Así que me puse Un día de furia. Bueno, todo esto es para deciros que después de estas experiencias… empecé a escribir.

Aunque más que empezar a escribir fue empezar a desarrollar algo que ya tenía en mente. Tenía una idea, en principio para un corto, pero que hace unos días pensé que sería mejor hacerla en largo, porque podría contar muchisísimas cosas, todas ellas importantes y relevantes, como para hacer un largometraje con la historia que estaba pensando.

Y no creo que el tono de la peli que escriba se parezca al de las películas que me han empujado a rellenar un montón de papeles en blanco. Pero sí que tendrá algo de ellas. No quiero decir con esto que escriba una película de acción ni mucho menos. Pero el tipo de humor que tendrá mi guión sí que será muy Crank o Un día de furia. O por lo menos, eso espero conseguir.

Para terminar, y en un afán de reconciliarme con Kevin Smith, diré que sí que me han gustado mucho Zack and Miri make a porno y Chasing Amy. Y para reconciliarme con Judd Apatow diré que… seguramente es un tío de puta madre.