Propósitos

Los que me conocen saben que no soy un tío ordenado. De hecho, no hay más que ver los espacios que domino para darse cuenta de eso (mi casa o, en la casa de mis padres… ningún sitio). Y a la dejadez que domina mi vida le echo la culpa de la dejadez de este blog.

La mayoría de la gente se hace propósitos el 31 de diciembre. Debido a mi condición de “asco de persona” yo me los suelo hacer durante todo el año, quizá en una media de 52 ocasiones (una por semana). Pero si hay algún condicionante que me afecte, estas proposiciones cobran más fuerza. Por ejemplo, hace poco fui una persona ordenada “a la fuerza”. Mi ordenador se jodió, hubo que formatear, y ahora lo tengo otra vez relativamente limpio. Y digo “relativamente” porque no tenéis ni idea de la de mierda que me puedo yo descargar al día. Vamos, que ya está hecho un asquito otra vez.

El caso es que antes tenía el escritorio lleno de iconos de los cuales usaba un 5%. Y ahora lo tengo más o menos despejado. Se me hace raro. Antes no veía la foto de mis padres que tenía de fondo de escritorio, pero ahora el paisaje de Windows se ve de puta madre.

A lo que voy es que me voy a poner a re-ordenar también mi blog. Esta es la primera piedra. Puede ser que me termine dando en la cabeza, pero ahí está.
Además, estoy cogiéndole el tranquillo ahora (a buenas horas, mangas verdes) a esto de seguir algunos blogs. Los iré poniendo en los enlaces… pero hoy no, que ya estoy haciendo una entrada. Tampoco va la cosa de herniarse en un mismo día.

Y a los que ya hace tiempo que no sabéis nada de mí, este verano he sido (bueno, y aún soy) una persona pluri-empleada. El mundo en crisis y yo con varios trabajos. Trabajos temporales, de los que no podré vivir durante todo el año, pero trabajos al fin y al cabo. Por primera vez en mi vida me han pagado por escribir. Algo para lo que me he formado académicamente durante cinco años. No estoy escribiendo ficción, que es la formación que elegí, pero estoy escribiendo (periodismo) y me están pagando. Eso es lo que me ha hecho pensar que tengo que escribir más. Y lo mejor de todo es que desde hace unos años, tengo una plataforma en Internet donde puedo escribir lo que me da la gana: el blog que estáis leyendo. Así que he sumado: si A + A = B… ¡¡Escribe cabrón!! Esa ha sido la ecuación que he hecho en mi cabeza.

A todo esto se ha sumado que ahora mismo estoy afrontando varios trabajos en los que me tengo que centrar para escribir y desarrollar. La mayoría de ellos no están pagados (de momento). Pero el que no empieza escribiendo gratis no terminará nunca escribiendo cobrando. Y ahí es a dónde me gustaría llegar: a que me pagaran por hacer lo que estoy haciendo ahora mismo.

Así que me arriesgo y lo digo: A partir de hoy mismo, todos los domingos y miércoles publicaré una entrada aquí.

Deseadme suerte. One more time.

PD: Prometo entradas mejores (con gilipolleces más interesantes, enlaces, fotos, vídeos... en fin, lo que viene siendo un blog de verdad) a partir del miércoles.