Malavida

Me despierto y me visto. Desayuno con los ojos pegados. Son las 10 y media, no es hora de tener los ojos pegados pero coño, me acabo de despertar.

Salgo a la calle y hace un día genial, con sol pero sin calor. Con un airecito que no llega a ser frío y agrada. Y todavía tengo los ojos pegados. Anoche me acosté muy tarde para nada, porque Internet va cuando quiere y punto.

Mientras trabajo, me llaman al móvil. Es María, de Paramount Comedy. Juanje ¿qué tal el viaje?... De puta madre, la verdad. ¿Cómo llevas el monólogo? Haciendo los cambios de los que hablamos. Y es verdad. Ok, ponte las pilas que se termina la temporada. Y también es verdad. Lolo grabó en Madrid ayer… Me alegro un montón por él, porque se merece pegar un pelotazo. Y también lo digo de verdad, de corazón.

Y ahora me he puesto a escribir esto. Siempre me gusta publicar algo con lo que enriquecer la entrada. Si puede ser un vídeo mejor, pero por lo menos una foto. Soy visualito, no lo puedo evitar. Me voy a Youtube y pongo “Lolo Albarra”. Definitivamente hoy, la entrada es para ti, malavida.

Ahora os cuento un poco la situación: hace más o menos un año ya, Tomás García (El Rey de la Comedia) me llama estando yo en la facultad muy agobiado diciéndome que tenía a Tappy (Paramount Comedy) para un bolo en un local de Puerto Marina que él programa, y se le ha caído. “Juanje, vais a ir Manolo (porque nosotros no le decimos Lolo) y tú. Haced media hora cada uno”. Yo sólo había visto a Lolo una vez en mi vida antes, en un concurso de Coín (que ganó Tomás, por cierto). Nos encontramos cerca del Pub y llegamos y nos presentamos al dueño los dos juntos. En la barra, tomando algo antes de la actuación, le comenté a Lolo que Tomás me había hablado de él y de su colaboración en el programa de Canal Sur Bienaventurados, pero que yo no lo había visto nunca. “Yo hacía de italiano gigoló” me dice, y me acuerdo de repente de un trozo de programa que vi una vez, ya muy entrada la madrugada. “¿Tú no serás el que le dio un beso en la boca a Remedios Cervantes, verdad?”. Me dice que sí. “¡Tú eres mi ídolo, tío! Ya, mi novia no está tan contenta, pero bueno…”. Nos reímos un rato y hablamos de otras cosas. Sobre el escenario no fue mi mejor noche precisamente, pero Lolo arrasó.

Y aquí está el video:

Bueno ya está. Y ahora me voy a mi casa a afeitarme desde la nariz al ombligo. Tengo la barba bastante larga ya, la verdad. Esta tarde empezamos a grabar el corto “Varices” y me quieren sin pelo en cara y torso. De las piernas ya se ocupan ellos… qué cabrones. Está todo el equipo disfrutando y deseando verme más liso que si tuviera la piel de raso, como las sábanas. Lo que no saben es que de aquí a un par de semanillas voy a parecer la versión humana de Espinete: rosita y con pinchos. Mierda, no sé para qué lo digo, ahora se reirán más.