Doscientosnoventaytresmilmillonesdecosas

Eso es lo que tengo la sensación de no haberos contado en todo este tiempo que he estado sin publicar. Pero si me pongo a pensarlo poco a poco… realmente no creo que hayan pasado tantas cosas como para un título tan grandilocuente.

Vayamos por partes. No comprendo a la gente que no le gusta decir cuánto dinero gana al mes, ni cuánto pesa. Lo respeto, pero no lo comprendo. Me parecen parte de tu vida privada, pero no datos más íntimos que la marca de after shave que utilizas. Y como muestra, os diré que yo gano 738 euros brutos al mes como sueldo base más comisiones, si se consigue llegar a comisionar, que no es fácil. Y también os diré que, según el medidor-peso ese raro que parece para tele-transportarse típico de todas las farmacias, concretamente el de la farmacia de dos calles por debajo de mi casa (¿por debajo con respecto a qué? Bueno, si entramos en esto… venga va, da igual), peso 90,6 kilos. Y mido 1,82 m. Sí amigos, las Navidades, una pierna escayolada y una novia que se ha hecho de repente amante de la repostería, han hecho mella en mi persona.

**Ahora releyéndolo (con el resto de la entrada ya escrita, amigos) he pensado... "queda este párrafo aquí como de qué nos quieres decir con toda esta mierda, Juanje". Vale, lo intento explicar mejor: me he puesto centollo estas Navidades y pienso publicar todas las semanas mi talla y peso, por aquí o por mi Twitter. No creo que crezca, pero sí que espero ir adelgazando. Veremos a ver...**

Bueno, la “excusa” para no publicar durante todo este tiempo ya os la he dicho. El día 25 de Noviembre me torcí un tobillo de manera que terminó por presentarse, según el informe médico de la mutua, como esguince con rotura ligamentosa: férula de escayola tres semanas, vendaje elástico una semana y media y tobillera durante otras tres semanas. Un rollo. Durante todo este tiempo he tenido que depender mucho de mi señora esposa, que se ha ganado el cielo al ofrecerme sus servicios como chófer personal y como chacha de mi perrita. El resto del tiempo he estado en casa de mis padres (donde, normalmente, hago todo menos escribir aquí), donde no tengo Internet. A los que os habéis pasado por aquí y os habéis encontrado los caretos de Lolo, Blete y mío con la esperanza de encontrar nuevas cosas… lo siento. Siempre que he tenido un huequecillo he publicado alguna tontería en mi Twitter, con la esperanza de que sirviera como “movimiento del blog” para quién se asomara por aquí.

Vale, otra cosa. Lolo, Blete y yo actuamos en Pizarra tal y como estaba anunciado en mi entrada anterior a esta especie de entrada anuncio de regreso que hice el jueves pasado. Hubo más público del que yo me esperaba. Mucho más. Respondieron mejor de lo que yo me esperaba. Mucho mejor. Blete, Lolo y yo nos lo pasamos muy bien. Muchísimo. ¿Queremos repetir? Sí, por supuesto. ¿Cómo, cuándo, dónde…? No tenemos ni la más mínima idea. Pero lo queremos hacer. ¿Hay algo en mente para una nueva actuación de los tres juntos? Siempre hay algo en mente… y hasta aquí puedo leer.

Juanje-Blete-Lolo

Con respecto a otras actuaciones, tuve que renunciar a ellas debido a mi lesión. Desde aquí me gustaría pedir disculpas a aquellos que habéis tenido la amabilidad de contar con mis servicios como cómicos y os habéis encontrado un “no” por respuesta. Os aseguro que me duele a mí más que a vosotros (rollo madre).

De las actuaciones de teatro hablo otro día, que me estoy alargando.

¿Proyectos futuros? ¿Hay? Los hay. ¿Los cuentas? ¡¡Tranquilo!! ¡Que acabo de volver de “vacaciones”!

Por cierto... Feliz año nuevo a todos.